martes, 25 de septiembre de 2012

SUBSOLE: EL HALLAZGO


Subsole: El Hallazgo
Resumen Felipe Valdivia Baroni

Subsole: La mariscadora
      Este cuento trata sobre una mujer, Cipriana, que sacaba mariscos de las piedras hundidas en el agua.

      En un momento, ella divisa una concha de caracol en una hendidura y piensa que le podría servir como juguete a su hijo, que era un bebé.

      En un intento por tener el objeto, su brazo queda atascado en el lugar y no lo logra sacar de ahí.

      En la noche, Cipriana aún con el brazo atascado, murió con la marea viendo como a su hijo se lo llevaban las olas del mar.
El ahogado
      El cuento inicia cuando Sebastián se embarca en un bote y comienza a recordar su antigua vida con su amor, Magdalena.
     Ambos jóvenes estaban enamorados y eran pobres, pero todo cambió cuando la muchacha recibió una herencia y su padre la quiso comprometer con alguien con más capital.

      A Magdalena la casaron con un marinero que tenía futuros planes y negocios con el padre de la joven.

      Sebastián en medio del mar ve a un naufrago con un salvavidas, éste estaba muerto pero tenía amarrado una bolsa con dinero. Sebastián rompe el salvavidas y el naufrago se hunde con la bolsa del dinero que estaba amarrada.

      Sebastián vuelve al pueblo y tiempo después, hebreo vuelve a embarcarse.

      Éste se acerca a un arrecife y ve al naufrago en todas partes, como si fuera un espíritu maligno queriendo arrebatarle la vida.

     Una ola da contra el bote y Sebastián muere ahogado.
Irredención
      Una princesa hace una fiesta en que todo el pueblo a sido invitado. Sorprendió un toque, adorno de flores en todos lados y según la gente era muy llamativo.

      Cuando la princesa va a dormir, pide a sirvientas que le esparcieran pétalos por la cama, porque eran muy bonitos.

      Al quedar dormida tuvo un horrible sueño.
      Un soplo de su boca arrebató todas las flores de los árboles y a la niña la asfixiaron las ramas.
      Luego asiste al juicio de ladrones en el purgatorio, y la mayoría de estos va al infierno.

      A la chica la acusan de matar a los insectos que vivían en las flores que ella arrebató de los árboles y le condenan a ir al infierno.

      Después de esto la princesa despierta y la sirvienta le dice:
      ¡Ya sabía yo!, dormir con flores es como dormir con muertos, se tienen pesadillas.


En la rueda
      Este historia cuenta la lucha de dos gallos de pelea, uno profesional que era el Clavel, y uno amateur que era el Cenizo.

      En el difícil combate, terminó perdiendo el Clavel. Por la ira de los dueños del gallo, estos lo lanzaron tan lejos que chocó con un peral y cayeron pétalos sobre el cadáver del pobre animal.
Víspera de difuntos
      Este cuento trata de una mujer que le hizo una promesa a su difunta amiga de cuidar a su hija como si fuera de ella.

     Un día de lluvia, la niña tenía tos y la mujer la echó fuera de la casa.

     Pasada la lluvia, la niña entró agonizando a la casa y murió.

      Con el cargo de conciencia que le quedó a la mujer, cada víspera de difuntos, ella llevaba las mejores flores a la tumba de la niña.
El oro
      En este cuento se relata la historia del hombre ambicioso, preocupado solo de las cosas materiales, y que busca vivir para siempre. En esta búsqueda los hombres ambiciosos confunden una hebra de cabellera del sol caída en la tierra con oro.
El remolque
      Un hombre cuenta su historia como marinero de un barco remolcador, el San Jorge.

      Un día debían dejar una lancha con madera y terminaron el trabajo pero se demoraron en dejar la otra carga, que eran pieles de lobos marinos.

      Al tener el cargamento pusieron marcha, pero el temporal no les era favorable, había demasiado viento y las aguas estaban muy movidas.

      La marea no permitía mover el barco, pero había otro problema, el remolque quitaba velocidad al barco y no permitía que se moviese por lo que debían cortar el cable, pero en el remolque estaba el hijo del capitán y él no aceptaría dejar la carga a suerte del mar.

      El chico que cuenta la historia, Antonio, cortó el cable y la carga se fue al mar y el hijo del capitán con mucha gente también.

       Al llegar a tierra, el capitán no apareció.

       El San Jorge se salvó con parte de la tripulación, después, Antonio se embarcó como grumete del Delfín.

       Pasados 15 años, ahora es su capitán.
El alma de la máquina
      Se trata de los sentimientos del maquinista que trabaja en una mina.

      Muchos de los trabajadores que arrastran los vagones de carbón sienten envidia del hombre que no sufre según ellos ya que solo tenía que mover unas palancas y no ejercer fuerza ni someter su vida por el oficio.

      Pero el maquinista tenía un trabajo enorme sobre sus hombros, un error con las palancas y toda la mina se iría al suelo.

      Una vez terminado el día, el maquinista podía volver a pensar como humano, porque si se distraía todo el trabajo serviría para nada.
Quilapán
     Quilipán tiene un conflicto con el patrón por no querer vender una parte de terreno.

      El patrón, don Cosme, quería el terreno ya que Quilipán no sabía cultivar o defender su tierra y la choza que él tenía arruinaba la vista desde el fundo de don Cosme.

      No se sabe cómo, don Cosme compró de alguna manera la propiedad y Quilapán salió a defender su propiedad.

      Al hombre lo dejaron malherido en el suelo. Le dijeron que si volvía a entrar en la tierra que fue suya lo agarrarían a latigazos.

      Tiempo después, Quilipán, se dejó morir de hambre y lo arrojaron a una fosa para abonar la tierra.
El vagabundo
      Un vagabundo contaba su historia al pueblo, que un día cuando era pequeño estaba jugando y su madre le dijo que le llevara astillas. Este no le hizo caso.

      Luego su madre lo golpeó y el niño la golpeó también y la mujer lo maldijo, desde entonces el vagabundo llevaba su mano en el pecho.

      Un día, don Simón, dueño del fundo, le dijo a su hijo Isidro que le quitara la mano del pecho al vagabundo y cuando lo hizo algo cambió en él.

     Un día Isidro tuvo una discusión con su padre y pelearon.



      Isidro subió al caballo para huir pero enredó la espuela con el lazo y calló en el polvo y siguió viviendo. Todos decían que era un milagro.
Inamible
     Ruperto Tapia alias el guarén formaba parte de la policía local y era considerado un pozo de la ciencia.

      Un joven, Martín, perseguía a una niña por la calle con una culebra muerta y el guaren lo arrestó por llevar animales “inamibles” en la vía pública.

       A Martín le pasaron una infracción y le metieron al calabozo por estar con animales “inamibles” en la vía pública.

       El único problema era que dicha palabra no existía por lo que cometieron un error al meterle al calabozo.

       A Martín le llegaron 3 sobres con el equivalente a $30.- por lo que salió del calabozo y con dinero extra.
La trampa
      La historia se trata de unos cuatreros que mataban vacas y les quitaban el cuero y la lengua.

     Un día unos compañeros idearon una trampa para atraparlos.

      Esta consistía en amarrar un animal y prácticamente sacrificarlo, porque se le amarraría un poco de TNT y cuando los bandidos intentaran matar al animal les explotara.
El hallazgo
      Un hombre llamado Miguel, carpintero y de 40 años, es informado de que hay algo en el mar que parecía un bote dado vuelta.

     Él y su hijastra Rosalía van de camino a ver que puede ser lo que está en el mar.

     Lo que encontraron no era un bote, era el cadáver de una ballena.

      La ballena tenía un arpón con unas siglas: C.B.S.M que significaba “compañía ballenera Santa María”.

      El hombre quería llevar la ballena a la costa, porque le serviría el aceite de ballena pero no tenía los medios.

      Miguel amarró la línea, (el cable) al bote y remó con su hijastra hacia la costa con el cetáceo amarrado.

      A punto de llegar, aparecieron chalupas balleneras. Eran los captores del pobre animal.

      Más tarde llegó la embarcación a quitarle la ballena a Miguel.

      Los jefes le ofrecieron $10.- por la ballena y que le entregaran la línea porque el remolque ahora les tocaba a ellos.

      Miguel dijo que no necesitaba el dinero y Rosalía ya estaba desamarrando la línea, luego la tiró al mar.

      Un cordel de mas de 300 metros de longitud dejó amarrado la chica al espinel del bote ya que se había dado cuenta de esto.

      Al llegar a la costa, extrajeron la soga del mar y estuvieron un largo tiempo apreciando aquel espectáculo.