Subsole:
El Hallazgo
Resumen
Felipe Valdivia Baroni
Subsole:
La mariscadora
Este
cuento trata sobre una mujer, Cipriana, que sacaba mariscos de las
piedras hundidas en el agua.
En
un momento, ella divisa una concha de caracol en una hendidura y
piensa que le podría servir como juguete a su hijo, que era un bebé.
En
un intento por tener el objeto, su brazo queda atascado en el lugar y
no lo logra sacar de ahí.
En
la noche, Cipriana aún con el brazo atascado, murió con la marea
viendo como a su hijo se lo llevaban las olas del mar.
El
ahogado
El
cuento inicia cuando Sebastián se embarca en un bote y comienza a
recordar su antigua vida con su amor, Magdalena.
Ambos
jóvenes estaban enamorados y eran pobres, pero todo cambió cuando
la muchacha recibió una herencia y su padre la quiso comprometer con
alguien con más capital.
A
Magdalena la casaron con un marinero que tenía futuros planes y
negocios con el padre de la joven.
Sebastián
en medio del mar ve a un naufrago con un salvavidas, éste estaba
muerto pero tenía amarrado una bolsa con dinero. Sebastián rompe el
salvavidas y el naufrago se hunde con la bolsa del dinero que estaba
amarrada.
Sebastián
vuelve al pueblo y tiempo después, hebreo vuelve a embarcarse.
Éste
se acerca a un arrecife y ve al naufrago en todas partes, como si
fuera un espíritu maligno queriendo arrebatarle la vida.
Una
ola da contra el bote y Sebastián muere ahogado.
Irredención
Una
princesa hace una fiesta en que todo el pueblo a sido invitado.
Sorprendió un toque, adorno de flores en todos lados y según la
gente era muy llamativo.
Cuando
la princesa va a dormir, pide a sirvientas que le esparcieran pétalos
por la cama, porque eran muy bonitos.
Al
quedar dormida tuvo un horrible sueño.
Un
soplo de su boca arrebató todas las flores de los árboles y a la
niña la asfixiaron las ramas.
Luego
asiste al juicio de ladrones en el purgatorio, y la mayoría de estos
va al infierno.
A
la chica la acusan de matar a los insectos que vivían en las flores
que ella arrebató de los árboles y le condenan a ir al infierno.
Después
de esto la princesa despierta y la sirvienta le dice:
¡Ya
sabía yo!, dormir con flores es como dormir con muertos, se tienen
pesadillas.
En
la rueda
Este
historia cuenta la lucha de dos gallos de pelea, uno profesional que
era el Clavel, y uno amateur que era el Cenizo.
En
el difícil combate, terminó perdiendo el Clavel. Por la ira de los
dueños del gallo, estos lo lanzaron tan lejos que chocó con un
peral y cayeron pétalos sobre el cadáver del pobre animal.
Víspera
de difuntos
Este
cuento trata de una mujer que le hizo una promesa a su difunta amiga
de cuidar a su hija como si fuera de ella.
Un
día de lluvia, la niña tenía tos y la mujer la echó fuera de la
casa.
Pasada
la lluvia, la niña entró agonizando a la casa y murió.
Con
el cargo de conciencia que le quedó a la mujer, cada víspera de
difuntos, ella llevaba las mejores flores a la tumba de la niña.
El
oro
En
este cuento se relata la historia del hombre ambicioso, preocupado
solo de las cosas materiales, y que busca vivir para siempre. En esta
búsqueda los hombres ambiciosos confunden una hebra de cabellera del
sol caída en la tierra con oro.
El
remolque
Un
hombre cuenta su historia como marinero de un barco remolcador, el
San Jorge.
Un
día debían dejar una lancha con madera y terminaron el trabajo pero
se demoraron en dejar la otra carga, que eran pieles de lobos
marinos.
Al
tener el cargamento pusieron marcha, pero el temporal no les era
favorable, había demasiado viento y las aguas estaban muy movidas.
La
marea no permitía mover el barco, pero había otro problema, el
remolque quitaba velocidad al barco y no permitía que se moviese por
lo que debían cortar el cable, pero en el remolque estaba el hijo
del capitán y él no aceptaría dejar la carga a suerte del mar.
El
chico que cuenta la historia, Antonio, cortó el cable y la carga se
fue al mar y el hijo del capitán con mucha gente también.
Al
llegar a tierra, el capitán no apareció.
El
San Jorge se salvó con parte de la tripulación, después, Antonio
se embarcó como grumete del Delfín.
Pasados
15 años, ahora es su capitán.
El
alma de la máquina
Se
trata de los sentimientos del maquinista que trabaja en una mina.
Muchos
de los trabajadores que arrastran los vagones de carbón sienten
envidia del hombre que no sufre según ellos ya que solo tenía que
mover unas palancas y no ejercer fuerza ni someter su vida por el
oficio.
Pero
el maquinista tenía un trabajo enorme sobre sus hombros, un error
con las palancas y toda la mina se iría al suelo.
Una
vez terminado el día, el maquinista podía volver a pensar como
humano, porque si se distraía todo el trabajo serviría para nada.
Quilapán
Quilipán
tiene un conflicto con el patrón por no querer vender una parte de
terreno.
El
patrón, don Cosme, quería el terreno ya que Quilipán no sabía
cultivar o defender su tierra y la choza que él tenía arruinaba la
vista desde el fundo de don Cosme.
No
se sabe cómo, don Cosme compró de alguna manera la propiedad y
Quilapán salió a defender su propiedad.
Al
hombre lo dejaron malherido en el suelo. Le dijeron que si volvía a
entrar en la tierra que fue suya lo agarrarían a latigazos.
Tiempo
después, Quilipán, se dejó morir de hambre y lo arrojaron a una
fosa para abonar la tierra.
El
vagabundo
Un
vagabundo contaba su historia al pueblo, que un día cuando era
pequeño estaba jugando y su madre le dijo que le llevara astillas.
Este no le hizo caso.
Luego
su madre lo golpeó y el niño la golpeó también y la mujer lo
maldijo, desde entonces el vagabundo llevaba su mano en el pecho.
Un
día, don Simón, dueño del fundo, le dijo a su hijo Isidro que le
quitara la mano del pecho al vagabundo y cuando lo hizo algo cambió
en él.
Un
día Isidro tuvo una discusión con su padre y pelearon.
Isidro
subió al caballo para huir pero enredó la espuela con el lazo y
calló en el polvo y siguió viviendo. Todos decían que era un
milagro.
Inamible
Ruperto
Tapia alias el guarén formaba parte de la policía local y era
considerado un pozo de la ciencia.
Un
joven, Martín, perseguía a una niña por la calle con una culebra
muerta y el guaren lo arrestó por llevar animales “inamibles”
en la vía pública.
A
Martín le pasaron una infracción y le metieron al calabozo por
estar con animales “inamibles” en la vía pública.
El
único problema era que dicha palabra no existía por lo que
cometieron un error al meterle al calabozo.
A
Martín le llegaron 3 sobres con el equivalente a $30.- por lo que
salió del calabozo y con dinero extra.
La
trampa
La
historia se trata de unos cuatreros que mataban vacas y les quitaban
el cuero y la lengua.
Un
día unos compañeros idearon una trampa para atraparlos.
Esta
consistía en amarrar un animal y prácticamente sacrificarlo, porque
se le amarraría un poco de TNT y cuando los bandidos intentaran
matar al animal les explotara.
El
hallazgo
Un
hombre llamado Miguel, carpintero y de 40 años, es informado de que
hay algo en el mar que parecía un bote dado vuelta.
Él
y su hijastra Rosalía van de camino a ver que puede ser lo que está
en el mar.
Lo
que encontraron no era un bote, era el cadáver de una ballena.
La
ballena tenía un arpón con unas siglas: C.B.S.M que significaba
“compañía ballenera Santa María”.
El
hombre quería llevar la ballena a la costa, porque le serviría el
aceite de ballena pero no tenía los medios.
Miguel
amarró la línea, (el cable) al bote y remó con su hijastra hacia
la costa con el cetáceo amarrado.
A
punto de llegar, aparecieron chalupas balleneras. Eran los captores
del pobre animal.
Más
tarde llegó la embarcación a quitarle la ballena a Miguel.
Los
jefes le ofrecieron $10.- por la ballena y que le entregaran la línea
porque el remolque ahora les tocaba a ellos.
Miguel
dijo que no necesitaba el dinero y Rosalía ya estaba desamarrando la
línea, luego la tiró al mar.
Un
cordel de mas de 300 metros de longitud dejó amarrado la chica al
espinel del bote ya que se había dado cuenta de esto.
Al
llegar a la costa, extrajeron la soga del mar y estuvieron un largo
tiempo apreciando aquel espectáculo.